Estas galletas son realmente fáciles de hacer y si optamos por hacerlas con niños, pasaremos una tarde muy entretenida y con un resultado de lo más satisfactorio, cuando se enfríen y nos pongamos a decorarlas, con la infinidad de bolitas y formas de azucar de colores que podemos encontrar en el comercio, sésamo caramelizado, piñones, fideos de chocolate, etc.
- 300 gr. de harina de repostería
- 90 gr. de azúcar
- 1 huevo más una yema
- 150 gr. mantequilla fría cortada a dados
Si queremos hacerlas de distintos sabores, separamos trozos de masa y a unos le añadimos ralladura de naranja, limón o mandarina, piñones, pepitas de chocolate, unas cucharaditas de cacao en polvo (Valor sin azúcar) y tendremos unas deliciosas galletas de sabores distintos
En un bol, poner la harina y añadir los demás ingredientes. Amasar hasta obtener una masa brillante y no pegajosa. Al principio parece que no se integra, que queda como migas, pero a medida que la mantequilla se derrite, se va ligando. Envolver en papel film y refrigerar al menos una hora. Con el rodillo extender la masa (emplead algo de harina para el rodillo y la encimera), que quede fina e ir cortando porciones (los cortapastas de distintas formas, vienen muy bien, de cara a Navidad, incluso podemos hacer un belén entero). Hornear a 180º durante 10 min. No tostarlas, deben quedar blanquitas. Las que veis en la foto de color más oscuro, son las de chocolate.
Para hacer el glaseado: 1 clara de huevo, batida a punto de nieve, azúcar glass "a ojo", fui echando poco a poco e integrando, hasta obtener una crema de consistencia espesa y el zumo de un cuarto de limón. Se unta la galleta, añadir la decoración y dejar secar.